martes, 26 de agosto de 2014

Hasta siempre Dr. Pereda.

Curiosamente a él nunca le gustaba que le llamaran doctor, de hecho en uno de los casting al que me presente recientemente para una de sus obras de teatro me dijo siempre que le llamara Pablo, eso demostraba la cercanía que tenía con todo el mundo. Pablo Pereda era un verdadero apasionado en diferentes disciplinas y teníamos una manera parecida de ver las cosas. Coincidíamos muchos domingos en el mercadillo de la plaza del mercado al que acudíamos con entusiasmo y curiosamente siempre encontrábamos algo rebuscando entre tenderetes. Tenía veinte mil proyectos en la mente, así que a todos nos ha impactado su fallecimiento el pasado domingo. Estoy seguro de que todos esos proyectos llegaran perfectamente a su pista de aterrizaje y que él estará en algún lugar similar al de los cuadros que pintaba y cuidando, tratando o aconsejando a todo el que acuda a él.

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